miércoles, 2 de septiembre de 2009

Disney Marvel

A estas alturas, medio mundo sabe que Disney ha comprado Marvel Entertainment. Ha sido un dineral, en comparación el fichaje de Cristiano Ronaldo por el Real Madrid ha sido la propina de la cena. Pero los beneficios que obtendrán probablemente sean inmensamente superiores, ya que las franquicias de Marvel, tanto en comics, películas y videojuegos componen una larga lista.

Ahora bien, son muchas las voces que se han levantado en contra de esta operación comercial, basándose en que a partir de ahora las franquicias Marvel se van a infantilizar y dejarán de lado muchos aspectos habituales en ellas, optando por los típicos finales felices de Disney.

Y en este punto es donde yo quería encontrarme. Estamos acostumbrado a que Disney sea un compendio de buenas maneras, de todo bonito, todo personajes como Mickey Mouse o el Pato Donald. Finales felices, etc... Sin embargo, hay que mirar lo que comprende The Walt Disney Company para darse cuenta de que todo lo que la gente se teme (finales felices, colorido, y en general todo muy bonito) no llegará en realidad a cumplirse del todo. A ver, está claro que al hacer con Marvel, Disney publicará comics y juegos en que los personajes de dibujos de la compañia sean los personajes de Marvel. Es decir, Mickey como Lobezno, Minnie como Dark Phoenix, Goofy como Spiderman, el Tio Gilito Iron Man, etc... Eso pasará, y no será malo. Igualmente se harán historias enfocadas al público infantil, pero no es malo. Será una buena forma de atraer al público.

Pero aparte de eso, todo lo relativo a películas y otros programas, no preocupa, o no debería, lo más mínimo. Porque Marvel pertenecerá a Disney, al igual que otras compañias, como Miramax, que fue adquirida por Disney en 1993. Desde ese año, ha producido películas familiares como Clerks, El cuervo, Pulp Fiction, Trainspotting, Dogma, Jay y Bob el Silencioso contraatacan, Gangf of New York, Chicago, Cold mountain, Kill Bill, Master and Commander, El aviador, No es país para viejos, o Pozos de ambición, entre otras. Es decir, todas ellas películas que destilan todo lo que Disney pretende mostrar en cuanto a buenas intenciones y finales bonitos y felices. Películas que todos deberiamos ver con nuestros hijos pequeños.

Así pues, nada de preocuparse.

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