El cine de animación

Hasta hace relativamente pocos años, el cine de animación quedaba prácticamente reservado a un público exclusivamente infantil. Con alguna que otra excepción claro.

Generalmente, la animación se desarrollaba casi en exclusiva en la Disney, con películas directamente enfocadas a los niños. Sin embargo, antes de la Segunda Guerra Mundial, la animación se realizaba mayoritariamente con tintes políticos y militares. Fue en 1937, con Blancanieves y los 7 enanitos, cuando se dejaron atrás esos temas para avanzar hacia la comercialidad del cine de animación.

A partir de entonces, fue la Disney quien llevó la batuta en cuanto al cine de animación. Una hegemonía que se rompía de vez en cuando con largometrajes provenientes de otros ámbitos. Ya en los años 70 empezaron a darse casos sueltos de cine de animación destinado a un mayor público, aunque el infantil era casi siempre el principal. De este modo llegaron películas como El Señor de los Anillos, de Ralph Bashki, dirigida claramente a un público más adulto, pero con situaciones un tanto infantiles (un aporte de la novela por otra parte), y por supuesto muy lejos de las películas de Peter Jackson.

De este modo, con un cine destinado a niños, a finales del siglo XX parecía casi inconcebible que llegasemos a ver (en largometrajes, ya que en televisión es otro cantar) cine de animación destinado a todos los públicos (pasando por alto alguna excepción que incluiría desde cine x hasta otras técnicas de animación diferentes al "dibujo animado", como Pesadilla antes de Navidad).

Posiblemente la última gran película de animación "infantil" fue La bella y la bestia, estrenada en 1991. A partir de entonces, la animación tradicional entró en una fase de extremo infantilismo, con películas muchas veces mediocres, malas incluso para los niños. Pero de repente, apareció Pixar.

En 1979, surgió una compañia de animación por ordenador ligada originariamente a Lucasfilms, con el nombre de The Graphics group. Aunque no tardó mucho en ser independiente, continuaron trabajando para Industrial light & magic. Sin embargo, acabaron desligándose de ellos por completo, con el apoyo incluido de George Lucas, y tras una serie de cortometrajes, Pixar firma un contrato con la Disney, estipulando la realización de dos películas. Era el año 1991.

En 1995, el cine de animación da un gran vuelco, aunque faltaría todavía mucho para dejar atrás la exclusividad infantil. Se estrenaba Toy story, la primera película realizada integramente por ordenador. Después se daría otro paso con Bichos (1998), y en 2001 llega lo que yo particularmente considero como la gran explosión del cine de animación.

Entre 2001 y 2002 se estrenan tres películas que rompen con los habituales moldes de cine de animación destinado al público infantil. Obviamente, las películas seguían teniendo en los niños un público potencial, pero no era difícil ver en ellas una producción que las convertía en destino preferente para todo el mundo. A día de hoy son tres de mis películas de animación más admiradas. Además, y a pesar de que una de ellas es de Disney-Pixar, la hegemonía de la empresa de Mickey Mouse llegaba a su fin. Las tres películas eran: Monstruos S.A. (Pixar), Ice Age (20th century Fox), y sobretodo Shrek (Dreamworks).

A partir de entonces, los guiones de películas de animación dejaron de estar enfocados al cine infantil, mostrando unos guiones mucho más elaborados y adultos. De esta forma fueron muchos los que comenzaron a descubrir las virtudes de la animación.

Se consiguió un hito importante en la Academia de Hollywood, ya que desde hace años se entrega un Oscar a la mejor película de animación.

Desde 2002 han sido muchas las películas de animación que han calado hondo en todos los espectadores, y aunque en algunos casos sigue habiendo un marcado carácter infantil, se han dejado atrás los tópicos que hasta los años 90 existian. Entre otras, han alcanzado la gloria películas como Ice Age 2, Madagascar, Kung Fu Panda, Los increibles, Cars, Shrek 2, Ratatouille, Robots.... pero especialmente destacaría 2, que considero como obras maestras de la animación: Buscando a Nemo, y WALL-E

Esperemos que esto siga así mucho tiempo. Sé que me dejo muchas películas sin nombrar, pero hay tantas.....