miércoles, 29 de octubre de 2008

Palacio de Linares


Posiblemente sea uno de los palacetes más conocidos de la capital, y no por su valor y calidad artística y arquitectónica, sino por ser protagonista de uno de los acontecimientos sobrenaturales más conocidos de Madrid, independientemente de que fueran o no falsos.

El palacio se comenzó a construir en 1877, aunque no fue hasta inicios del siglo XX cuando fue finalizado. Sin embargo eso no impidió que sus propietarios se trasladaran allí.

Fue el marqués de Linares, José de Murga, quien compró los terrenos al Ayuntamiento de Madrid, para encargar después al arquitecto Carlos Coludí la construcción del palacio. Los diseños a seguir eran obra del francés Adolf Ombrecht, y también participó en algunas partes, como la famosa Casita de muñecas, el arquitecto Manuel Aníbal Álvarez.

Los materiales que forman parte de la construcción, así como la decoración es de una gran calidad. Inspirada en estilos franceses la decoración está formada por elementos como tapices de Gobelinos, pinturas mitológicas decorando techos, alfombras fabricadas en la Real Fábrica de tapices, sedas chinas, y otros elementos. En cuanto a materiales empleados en la construcción, destacan sobre el resto los mármoles de Carrara. En conjunto tenemos un palacete en el que se emplean diversos historicismos: barroco, rococó, renacentista, e incluso oriental.

Situado en la plaza de Cibeles, en la esquina entre la calle Alcalá y el Paseo de Recoletos, pasó por diversos propietarios, hasta que tras la Guerra Civil estuvo a punto de ser derruido. Sin embargo, no se produjo ese derribo y el Palacio estuvo cerrado durante casi 100 años, hasta que en 1992, coincidiendo con el quinto centenario del descubrimiento, fue convertido en Casa de América, lugar donde actualmente se realizan desde exposiciones hasta conferencias relacionadas con el intercambio cultural entre España y el Nuevo continente.

En 1976 fue declarado Monumento histórico artístico.

José de Murga se casó con Raimunda Osorio (dato completamente real). Pero resulta que ambos desconocian que eran hermanos, motivo por el que el padre del marqués intentó disuadirle de la boda, para lo cual le envió a Londres. Al poco tiempo de su llegada a la capital inglesa, José de Murga recibe la noticia del fallecimiento de su padre, regresando inmediatamente a España, y casándose con Raimunda. Durante la mudanza posterior al Palacio, y revisando papeles, el marqués encontró una carta que nunca le fue enviada en la que su padre le revelaba el parentesco con Raimunda.

Según la leyenda tuvieron una hija, a la que asesinaron y emparedaron; y otra leyenda dice que la hija era de una criada, y que los marqueses la adoptaron. Leyendas hasta la saciedad.

En 1901 moría Raimunda, y unos meses después, un disparo fortuito acababa con José de Murga.

En poco tiempo surgieron las historias sobre casa encantada en el palacio, algo que sigue hasta hoy, y fueron muchos quienes se negaron a habitar el palacio. Fue en 1989 cuando la fama de casa encantada llegó a todo el mundo. Un grupo de parapsicólogos supuestamente grabó psicofonias y tomó imágenes de espiritus en el palacio. Somos muchos los que recordamos la voz de una niña lamentándose porque decía que no tenía mamá.

Real o no, la leyenda existe.

Vaya rollazo que he soltado uniendo arte y fantasmas.

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